La Estimulación Transcraneal de Corriente Directa (ETCD) y la Estimulación Magnética Transcraneal (EMT) son terapias de estimulación cerebral no invasivas que se han utilizado en la investigación y el tratamiento de diversas afecciones neurológicas y psiquiátricas. Asimismo, también hemos podido oír hablar de la Terapia de Electroshock (TEC) más allá de Jack Nicholson en «Alguien voló sobre el nido del cuco». Pues bien, en esta entrada vamos a aprender a distinguir estas tres formas de intervención sobre zonas más o menos profundas del cerebro y en qué casos podrían ser adecuadas, eficaces y seguras. ¡No te lo pierdas!
¿Dónde queda la Terapia de Electroshock (TEC) en todo esto?
La TEC se ha utilizado históricamente en el tratamiento de trastornos psiquiátricos graves como la esquizofrenia, el trastorno bipolar y la depresión mayor resistente al tratamiento. En estos casos, la TEC se considera una opción de tratamiento viable cuando otros tratamientos han fracasado o no han sido efectivos. Además, la TEC también puede ser útil en el tratamiento de otros trastornos psiquiátricos como el trastorno obsesivo-compulsivo, el trastorno de ansiedad generalizada y la enfermedad de Parkinson.
A pesar de que la TEC puede ser efectiva en el tratamiento de estos trastornos, también puede tener efectos secundarios no deseados, como dolor de cabeza, náuseas, amnesia y confusión temporal. Debido a estos posibles efectos secundarios y a la estigmatización asociada a la terapia, la TEC se utiliza solo en casos cuidadosamente seleccionados y bajo supervisión médica adecuada. Además, se han desarrollado técnicas más avanzadas y menos invasivas, como la ETCD y la EMT, que pueden tener resultados similares con menos efectos secundarios y menos estigma asociado.
¿Cuál es la gran diferencia entre la TEC, la ETCD y la EMT?
Para empezar, si bien es cierto que todas ellas tienen como objetivo modular la actividad neuronal en regiones específicas del cerebro, hay una diferencia de base entre estas terapias. Y es que, unas utilizan corriente eléctrica directa (como en el caso de la TEC y la ETCD), mientras que la EMT utiliza campos magnéticos.
Pero la gran diferencia entre la Terapia Electroconvulsiva (TEC), la Estimulación Transcraneal de Corriente Directa (ETCD) y la Estimulación Magnética Transcraneal (EMT) radica en los mecanismos de estimulación cerebral que utilizan que van a determinar que unas aproximaciones sean consideradas «invasivas» o «no invasivas». Por otro lado, también vamos a encontrar grandes diferencias respecto al tipo de emisión del pulso eléctrico así como la duración de este pulso y el tiempo aproximado del tratamiento. No podemos olvidar la intensidad adecuada y personalizada para cada caso y sus efectos secundarios, que van a tener que ver, asimismo, con el hecho de si estamos ante una técnica invasiva o no invasiva. Vamos allá:
La intensidad de la corriente
Mientras que la TEC utiliza una corriente eléctrica de alta intensidad para provocar una convulsión en el paciente, la ETCD y la EMT utilizan corrientes eléctricas o campos magnéticos de baja intensidad para estimular de forma selectiva las regiones cerebrales implicadas en la afección que se pretende tratar. En la TEC, el paciente recibe una anestesia general y un relajante muscular para minimizar los movimientos convulsivos que se producen durante el tratamiento, mientras que en la ETCD y la EMT el paciente permanece despierto y alerta durante la sesión.
La duración del tratamiento
Otra diferencia importante entre estas terapias es la duración del tratamiento. Mientras que la TEC suele requerir varias sesiones de tratamiento a lo largo de varias semanas, la ETCD y la EMT pueden ser administradas en una o varias sesiones cortas.
El trastorno o la afección para el que puede aplicarse
Además, la TEC suele ser utilizada en casos de depresión grave o resistente a otros tratamientos, mientras que la ETCD y la EMT se utilizan en una variedad más amplia de afecciones neurológicas y psiquiátricas.
Los efectos secundarios
En cuanto a los efectos secundarios, la TEC puede causar problemas de memoria y confusión, así como dolores de cabeza, náuseas y dolores musculares. En cambio, los efectos secundarios de la ETCD y la EMT son generalmente leves y transitorios, y pueden incluir sensación de hormigueo o picazón en el cuero cabelludo, dolor de cabeza y mareo.
Comparativa entre las tres terapias: las grandes diferencias
Ahora bien, ¿qué tipo de estimulación, áreas de estimulación, duración de la sesión y efectos secundarios tiene, a grandes rasgos, cada tipo de intervención? Bien, a continuación, te lo muestro todo lo más resumido posible. Notarás algunas diferencias generales que podemos establecer entre la Terapia Electroconvulsiva (TEC), la Estimulación Transcraneal de Corriente Directa (ETCD) y la Estimulación Magnética Transcraneal (EMT):
| Terapia | Tipo de Estimulación | Área de Estimulación | Duración de la Sesión | Número de Sesiones | Efectos Secundarios |
|---|---|---|---|---|---|
| TEC | Eléctrica | Ambos hemisferios cerebrales | 30-60 segundos | 6-12 sesiones | Pérdida de memoria, dolor de cabeza, confusión, náuseas, problemas de corazón, fracturas, entre otros. |
| ETCD | Eléctrica | Áreas específicas del cerebro | 20-30 minutos | 5-10 sesiones | Sensación de hormigueo, picazón en el cuero cabelludo, dolor de cabeza, fatiga. |
| EMT | Magnética | Áreas específicas del cerebro | 20-30 minutos | De 5 a 20 sesiones | Dolor de cabeza, vértigo, molestias en el lugar de estimulación, convulsiones en casos muy raros. |
¿Qué efectos secundarios son más habituales en cada caso?
Podríamos, también estudiar los efectos secundarios que son más o menos habituales y/o posibles en cada una de estas intervenciones con la siguiente tabla comparativa pormenorizada:
Tabla comparativa de los efectos secundarios entre la técnica invasiva y la no invasiva:
| Efectos secundarios | TEC | ETCD | EMT |
|---|---|---|---|
| Dolor de cabeza | Sí | Sí | Sí |
| Náuseas | Sí | No | No |
| Vómitos | Sí | No | No |
| Dolor muscular | Sí | No | No |
| Pérdida de memoria | Posible | No | No |
| Confusión | Posible | No | No |
| Cambios en el apetito | Posible | No | No |
| Sensación de hormigueo o picazón en el cuero cabelludo | No | Sí | Sí |
| Lesiones en el cuero cabelludo | Posible | No | No |
| Convulsiones | Posible | No | No |
| Complicaciones cardiovasculares | Posible | No | No |
De todas formas, es importante tener en cuenta que la tabla es una comparativa general y que los efectos secundarios pueden variar en función del paciente y del tratamiento específico. También hay que tener presente que estas terapias tienen diferentes indicaciones y contraindicaciones y solo deben ser utilizadas bajo supervisión médica adecuada.
En resumidas cuentas, es fácil, a estas alturas, determinar los límites entre las terapias invasivas y las no invasivas, ¿verdad?
Similitudes entre las tres terapias: ¿qué tienen en común
En este apartado, vamos a ver un contenido un poco más pormenorizado y, si lo que buscas es ir al grano, puedes ir directamente a esta respuesta.
- A pesar de sus diferencias en cuanto a los mecanismos de estimulación, estas terapias tienen en común su objetivo de tratar trastornos neurológicos y psiquiátricos mediante la modulación de la actividad cerebral.
- Además, las tres terapias han demostrado ser efectivas en el tratamiento de diversos trastornos, incluyendo la depresión, la esquizofrenia y el dolor crónico, entre otros. Aunque la prescripción de estos tratamientos debe tener en consideración los tratamientos previos, las características de la persona y las de su afección.
- Otra similitud entre estas terapias es que todas pueden tener efectos secundarios, aunque su severidad varía considerablemente. Como es de esperar de las técnicas invasivas o no invasivas, hay que tener ne cuenta que, mientras que la TEC tiene un riesgo significativo de efectos secundarios graves, la TCD y la EMT tienen efectos secundarios leves y transitorios: Así que esta sería una similitud importante a tener en cuenta entre la TCD y la EMT. Es decir, todas tienen efectos secundarios (como en cualquier tratamiento) y, a este respecto, encontramos muchas similitudes entre la TCD y la EMT (no tanto con la TEC).
¿Entonces? ¿Cuál sería la semejanza más importante o reseñable entre todas las técnicas o terapias mencionadas?
En resumen, aunque la TEC, la ETCD y la EMT utilizan diferentes mecanismos de estimulación cerebral, todas ellas comparten el objetivo de modular la actividad neuronal para tratar trastornos neurológicos y psiquiátricos. Es importante destacar que cada terapia tiene sus propias indicaciones y contraindicaciones, y deben ser utilizadas solo bajo supervisión médica adecuada.
Protocolo de intervención en cada caso
El protocolo de intervención en cada caso varía según la terapia utilizada y la condición médica del paciente. Para empezar, en el caso de la TEC se trata de impulsos eléctricos, así como en el caso de la ETCD. Sin embargo en el caso de la EMT estamos hablando de estimulación magnética. Así que es lógico que, en cada caso, se establezca un protocolo de intervención diferente, aunque tratemos trastornos similares. Entonces, la primera gran diferencia que vamos a ver en el protocolo de intervención de todas estas técnicas es en relación al aparato o sus particularidades.
Ahora bien, existen unos pasos más o menos similares en todas ellas que tienen que ver con la persona, no tanto con las particularidades de la máquina o del tipo de estimulación de la que se trate. Y estos pasos empiezan por la realización de una evaluación psiquiátrica y médica exhaustiva, previamente a la prescripción de la técnica que sea. Claro, en este sentido, por ejemplo, debemos cerciorarnos bien de conocer la anamnesis completa de la persona para saber si hay tratamientos previos que no han funcionado que cuentan con evidencia clínica para su caso.
Pero, a diferencia de lo que sucede en las no invasivas, donde no hace falta intervenir farmacológicamente, en el caso de la TEC, han de administrarse anestésicos y relajantes musculares. Y es que hacerlo nos va a ayudar a minimizar los riesgos de convulsiones y otros efectos secundarios. De todas formas, ésta es una diferencia de tantas.
allá con el resto de grandes diferencias a la hora de programar el protocolo de intervención en cada tipo de terapia:
Protocolo de intervención en la Terapia Electroconvulsiva
Durante una sesión de Terapia Electroconvulsiva (TEC), el paciente es sometido a una anestesia general y se le administra un relajante muscular para evitar convulsiones violentas. Luego, se coloca un electrodo en cada lado de la cabeza y se aplica una corriente eléctrica controlada para provocar una convulsión breve y generalizada. La sesión suele durar unos minutos y se repite varias veces, generalmente en un intervalo de días o semanas.
El número total de sesiones requeridas varía según la gravedad del trastorno y la respuesta individual del paciente. Después de la sesión, el paciente es llevado a una sala de recuperación y se le observa hasta que se despierta de la anestesia. Es importante destacar que la TEC se lleva a cabo bajo estricta supervisión médica y se realiza en un entorno hospitalario.
Protocolo de intervención en la ETCD
En el protocolo de intervención en la Estimulación Transcraneal de Corriente Directa (ETCD) se utilizan electrodos colocados en el cuero cabelludo que transmiten una corriente eléctrica de baja intensidad y frecuencia constante al cerebro. La duración de la sesión puede variar desde unos pocos minutos hasta una hora, dependiendo del tipo de estimulación que se esté utilizando. Pero, en cualquier caso, el protocolo debe ir acorde al tipo de trastorno que se esté tratando con esta terapia.
- Trastornos depresivos o depresión:
- Trastornos de ansiedad, como el Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG), el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) y el Trastorno de Estrés Post-Traumático (TEPT).
- Esquizofrenia:
- Dolor crónico: tanto de origen neuropático como dolor crónico de espalda o dolor miofascial.
- (Los mal llamados) Trastornos del Espectro Autista (TEA): Síndrome de Asperger y Autismo.
- Enfermedad de Parkinson (EP)
- Trastornos del sueño: como la apnea del sueño, el insomnio y el síndrome de piernas inquietas
- Adicciones al alcohol, al tabaco y a las drogas.
Protocolo de intervención en la EMT
Durante una sesión de EMT, se coloca una bobina electromagnética sobre el cuero cabelludo del paciente en la región cerebral que se desea estimular. La bobina emite pulsos magnéticos que penetran en el cerebro y generan una corriente eléctrica de baja intensidad que modula la actividad de las neuronas. La duración y la intensidad de los pulsos magnéticos varían según el protocolo de tratamiento y la condición médica del paciente.
¿Cuáles son los posibles efectos secundarios de la ETCD y de la EMT frente a los del electroshock?
La ETCD y la EMT son terapias de estimulación cerebral no invasivas y se consideran relativamente seguras, con efectos secundarios leves y transitorios como se mencionó anteriormente. En contraste, el electroshock, también conocido como terapia electroconvulsiva (TEC), es una terapia invasiva que se utiliza principalmente para tratar trastornos psiquiátricos graves como la depresión resistente al tratamiento.
Los efectos secundarios de la TEC pueden ser más graves que los de la ETCD y la EMT e incluyen pérdida de memoria a corto plazo, confusión, dolor de cabeza, náuseas y dolores musculares. Sin embargo, es importante señalar que la TEC también ha demostrado ser efectiva en el tratamiento de ciertos trastornos psiquiátricos y se considera una opción de tratamiento válida en casos específicos.
En conclusión, aunque la ETCD y la EMT son terapias de estimulación cerebral no invasivas que presentan efectos secundarios leves y transitorios, la TEC, una terapia invasiva, puede producir efectos secundarios más graves. Cada terapia tiene sus propios beneficios y riesgos y su uso dependerá de la afección específica que se esté tratando y las necesidades del paciente.
Preguntas frecuentes sobre las tres formas de estimulación eléctrica o magnética: FAQs
Algunas preguntas frecuentes sobre la distinción entre la ETCD y la EMT (como terapias no invasivas) así como respecto al electroshock (terapia invasiva) son las siguientes:
¿La TEC puede provocar infartos o problemas cardíacos también?
Sí, la TEC puede aumentar el riesgo de complicaciones cardiovasculares, especialmente en pacientes mayores o con antecedentes de enfermedad cardíaca. Ya lo comentamos en la tabla comparativa sobre los efectos pormenorizados y nos referíamos a esto como «complicaciones cardiovasculares».
Para ampliar esta información, es importante considerar que los efectos secundarios cardiovasculares pueden incluir arritmias, hipertensión arterial, disminución de la frecuencia cardíaca y aumento de la presión intracraneal, lo que puede llevar a un mayor riesgo de accidente cerebrovascular o infarto. Por lo tanto, es importante que la TEC se utilice solo en casos cuidadosamente seleccionados y bajo la supervisión médica adecuada.